Los agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos en Cartagena demostraron que son seres humanos corrientes. Nada tienen de superhéroes que sacrifican sus intereses propios por el bien común. Más bien parecen James Bond al mejor estilo de la Guerra Fría que por un romance, por un desliz o por un "polvo" entregan sus credenciales de manera irresponsable. En eso estoy de acuerdo con la canciller Holguin. Nosotros los hombres podemos caer ante la breve tentación de acceder a una mujer. Que pena, pero es casi una condición innatamente masculina. Y feliz estaría Florence Thomas con esta confesión pero lamentablemente es así. Ella no se escandalizo con las declaraciones de la Canciller Colombiana.
Los famosos y poco ilustres agentes secretos, que poco tienen de secreto, actuaron tal vez como lo hacían los legendarios espías después de la Segunda Guerra Mundial, metiéndose en cuanta cueva, burdel o cantina para rastrear los más bajos instintos y de paso descubrir lo que suena y se dice en la calle de la gente a la cual persiguen. No los excuso, pero creo que nunca, nunca, los agentes secretos de un país se quedan encerrados en cuartos de hotel o jugando Poker en casinos mientras esperar ordenes. No lo creo, salen y buscan aventura (mala maña). Su lema es "llantas arriba, anillos afuera" cada vez que despegan en un vuelo fuera de su país en misión presidencial.
Lo que no sabíamos en pleno siglo XXI es que sus métodos no hayan evolucionado y pongan en riesgo no solo la vida de su protegido sino también su propio trabajo. IRRESPONSABLES cabecicalientes!!
