viernes, 10 de mayo de 2013

Soberbia, pecado de superiores

Esta semana he conocido dos casos de soberbia intensa por parte de dos personas que ocupan un cargo de poder y mando. Personas preparadas, capacitadas, educadas con especializaciones y maestrías que pisotean la dignidad de otros por su altivez y orgullo desaforado.

No soy rezandero ni camandulero pero quiero hoy recordar que la SOBERBIA es un pecado capital como los creyentes practicantes muy bien deben saberlo.

Y así se define esta actitud o comportamiento según el diccionario:

Soberbia (del latín superbia) y orgullo (delfrancés orgueil), es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás.

1. f. Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros.

2. f. Satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás.

3. f. Especialmente hablando de los edificios, exceso en la magnificencia, suntuosidad o pompa.

4. f. Cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas.

5. f. ant. Palabra o acción injuriosa.

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Es muy sencillo, se pierde el control y se pasa por encima de las personas con actos y palabras, que en muchos casos llegan a la grosería. La soberbia es perder el nivel y elevarse por los cielos sin ningún miramiento.

En uno de los casos que conocí, un ejecutivo llama a una señora para amenazar con la cancelación de una sociedad por algo que le contaron, pero que no vio y que en el fondo no era cierta. Pero su sentimiento de superioridad lo lleva a insultar cegado por su orgullo todopoderoso, culpando a la persona de atacarlo premeditadamente y sin escuchar razones tira el teléfono.

En el segundo caso, una mujer grita y hace una pataleta frente a sus empleados por un error cometido por un tercero. Se pone colorada, rompe los papeles y tira todo a su paso por una fiebre de soberbia que no se justifica por una simple manualidad tan fácil de corregir como despegar una hora y ajustarla al margen.

Queridos amigos, aquel acto de superioridad que atenta contra cualquier dignidad es uno de los mayores pecados que podemos cometer contra los demás. En ocasiones no es necesario llegar a gritar o agredir con palabras, no. Un simple comentario sobrador puede ser indicio de aquella soberbia que puede apoderarse de ti en cualquier momento.

Soberbia alejate y no me rondes.


sábado, 4 de mayo de 2013

El poder de la fuerza nos ha acompañado

No soy un coleccionista, no tengo figuras, camisetas, historietas, libros o música de Star Wars.

Recuerdo haber visto el Episodio IV: A New Hope por televisión un día festivo, tal vez en 1983, no lo sé exactamente, yo era un niño tan pequeño como cuando Anakin encontró a su maestro Jedi, Qui Gon Jinn.
Desde ahí, en la pantalla chica ver a Luke por las dunas de Tatooine y sus dos lunas, y luego asustarme con Darth Vader caminando en medio de humo en un pasillo en medio de algunos Troopers fue una imagen (musicalizada) que no olvido y guardo en la memoria enganchada al corazón.


Por qué? No es claro, los asentados podrían decir "cómo se emocionan con esas películas infantiles de muñecos: ridículos". Pero tal vez es eso precisamente, ver una fábula espacial, un drama, una aventura con robots, alienigenas y naves surcando ese negro infinito lleno de estrellas. Y el moño es escuchar a un paciente y viejo maestro decir: "Que la fuerza te acompañe".

Y el enganche definitivo llegó con el final en punta, ese cierre triunfal pero con ese pendiente suelto para resolver. Allí llegaron las secuelas con el contrataque del imperio y el regreso del Jedi que finalmente es la graduación del joven Luke.

La lucha del bien contra el mal enredado con una historia de amor y un drama del abandono del padre coloreado con una cantidad de personajes me cautivó, sin entender muy bien que eran los tres capítulos finales de una historia aún más larga.

Ya grandes, gracias al desarrollo técnico del cine, pudimos ver los primeros tres episodios, en mi caso esa magia vista en los detrás de cámaras de finales de los 70 se perdió. Ese Lucas probando y ensayando esas naves a escala y explosiones en la estrella de la muerte se había superado por los avances digitales.

De todas maneras fue increíble ver al villano en su primera etapa de Jedi, enamorado, tentado y seducido por el lado oscuro.

No son seis películas, es todo el universo creado para ellas. Es la constancia inicial de su director y productor. Es esa historia épica replicada por más de 30 años por los fanáticos que al final desean que... La fuerza los acompañe.

PD: Todo esto a propósito del 4 de mayo. Fecha internacional institucionalizada por los fanáticos de Star Wars como el día #MayTheFourthBeWithYou #MayThe4thBeWithYou Por su parecido sonoro con la frase en inglés May the force be with you (Que la fuerza te acompañe)