domingo, 13 de octubre de 2013

De nuevo en un Mundial

La primera Copa del Mundo de Fútbol que recuerdo es México 86. Con un sol el verraco, Pique, su mascota, Brasil, Dinamarca, la Argentina de Maradona y nunca me pregunté por Colombia. Sólo grandes estrellas mundiales con apellidos franceses, alemanes, ingleses o brasileños.


Cuatro años después, Italia 90, y Colombia clasificada luego de una sequía de 28 años fue una novedad. Mi juvenil visión quería que Colombia siempre estuviera en mundiales. Así fue durante los próximos dos: USA 94 y Francia 98. Parecía normal, pero era resultado de una gran generación de jugadores como Valderrama, Rincon, Asprilla, Escobar, Leonel, Perea, Valencia y dos técnicos muy capaces como Maturana y Bolillo.


Francia sería el último mundial de esos grandes jugadores, demostrandome que ese nivel es superior. No todos llegan allá, no todos pasan a segunda ronda y no importa la eliminatoria, el mundial es a otro precio. Juegan los mejores, la historia y los enfocados. Los que tienen la cabeza bien puesta.


En Italia sufrí con el gol de Milla por un error de Higuita, en USA aterrizamos de entrada con Rumania y caímos hasta con un autogol del gran Andrés Escobar, y en Francia con una generación desgastada luchamos jugando bien, pero sin marcar goles, sólo Calimeño anotó contra Tunez, Inglaterra nos pasó por encima y lo que recuerdo como si fuera ayer es el gran Beckham intercambiando camiseta con el Pibe y las lágrimas del inconsolable Faryd Mondragón.


16 años después, una corta espera comparada con los 28 años desde Chile 62, llega Brasil 2014 de la mano de una nueva generación de jugadores con experiencia y talento. Esto no quiere decir que tengamos ganado nada en ese mundial. No. Sólo clasificamos a la gran final con las mejores 32 selecciones. Todas son difíciles y se puede perder con cualquiera y sólo jugar tres partiditos y chao para la casa.


Es emocionante volver a ver una copa del mundo con Colombia en juego. Hacer cuentas, comprar el álbum de Panini, parar todo y acomodar el horario porque juega la selección, eso es alegría pura.


Pero con el espejo retrovisor puesto, les recuerdo que esa vaina no es papita pa'l loro y aunque Falcao repunta como una estrella del gol, se necesita más. Un gran estratega, juego de conjunto, un diferente que rompa el molde y concentración ganadora. El mundial esta ajustado para los grandes y las sorpresas son escasas y se van quedando en el camino.

El mundial es una maravilla y a otro precio. Verlo con Colombia será una nueva fiesta en la que estaremos listos con nuestro folclor pero ojalá asentados en la realidad sin pedir más que seriedad y buen juego.

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